Las infecciones respiratorias están sufriendo un repunte respecto a los años de pandemia. Existe un temor de que virus respiratorios como el de la gripe y el virus respiratorio sincitial (SVR) hayan vuelto con más fuerza este año.
Según un informe publicado por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDE), la incidencia de gripe en Europa se ha multiplicado por cinco en este año, respecto al mismo periodo del año pasado. Siendo de casi un 94% el tipo A, que afecta sobre todo a la población mayor de 65 años, de modo que a su facilidad para trasmitirse, se une la gravedad en este grupo de población.
Hay una creencia de que debido a las medidas tomadas en la pandemia, nuestro sistema inmunitario se ha debilitado.
¿Qué es la deuda inmunitaria?
El concepto de “deuda inmunitaria”, surgió en Mayo de 2021, a raíz de un artículo publicado por pediatras franceses en ScienceDirect donde hablaban de que “la falta de estimulación inmunitaria debida a las intervenciones no farmacológicas indica una deuda inmunitaria y podría tener consecuencias negativas cuando la epidemia esté bajo control.”
También podría tratarse simplemente de que el SARS-CoV-2 expulsó durante su expansión a otros virus, como el de la gripe, que ahora recuperan el terreno. O puede ser un proceso multifactorial, no sólo a las medidas tomadas durante la pandemia, sino que también puede explicarse porque los virus se hayan desestacionalizado. Esto último es lo que se ha visto, según los pediatras, con el SVR, que ya empezó fuera de la temporada invernal. Y que se ha visto complicado porque en este caso, los niños más pequeños, nacidos durante la pandemia, no han tenido contacto previo con el virus y no ha habido inmunidad de grupo para ellos.
Estos son los datos. Pero hasta que no se evalúe a posteriori este año y los siguientes, no se podrá hablar de que realmente ha habido un debilitamiento del sistema inmunitario, ya que la inmunidad de grupo en España es muy alta, y la exposición a los virus respiratorios ha sido constante durante años, con lo que estos últimos años con medidas protectoras, sin exponerse, no deberían haber hecho desaparecer esa capacidad de respuesta inmunitaria.
En lo que coinciden casi todos los expertos es en que el SARS-CO-2 se volverá estacional, y convivirá o desplazará en el calendario a los otros virus respiratorios.
De modo que, tanto en situaciones donde exponemos al sistema inmunitario a virus, bacterias u hongos, que pueden ser recurrentes, como en convalecencias, estrés o situaciones puntuales, que pueden debilitar nuestro sistema inmunitario, o incluso para acortar el tiempo de recuperación tras una infección ya instaurada, podemos ayudar.
La propuesta de Vitae
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