Los ojos son órganos absolutamente esenciales para nuestra percepción del mundo y su cuidado es vital para mantener una buena calidad de vida. En Vitae queremos plantearte un protocolo claro y útil de cuidados del ojo, algo que requiere una atención especial y constante, especialmente si tienes algún problema ocular como ojo seco. Este protocolo abarca desde la nutrición hasta los exámenes médicos regulares, ofreciendo una guía completa para el cuidado ocular.
Dieta que beneficie tu salud ocular
La importancia de una buena alimentación
Una dieta rica en nutrientes esenciales es crucial para la salud ocular. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, luteína, zinc, y vitaminas A, C, D, E y grupo B pueden ayudar a prevenir problemas de visión relacionados con la edad, como la degeneración macular y las cataratas.
Alimentos recomendados
- Pescados grasos: salmón, atún, sardinas.
- Verduras de hoja verde: espinacas, col rizada.
- Frutas y verduras de color: naranjas, limones, pomelos, zanahorias, melón, pimiento, mango…
- Nueces y semillas: almendras, nueces, semillas de chía.
- Aceites saludables: aceite de linaza, aceite de oliva virgen extra.
Protección contra la luz solar
Uso de gafas de sol
La exposición excesiva a los rayos UV puede dañar la vista. Es esencial usar gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UVA y UVB. Es importante elegir gafas de firmas contrastadas y adquirirlas en ópticas de confianza, evitando comprarlas en comercios ‘low cost’.
Protección adicional contra los rayos solares
En días muy soleados, se recomienda complementar el uso de gafas de sol con sombreros de ala ancha, que te van a ofrecer una protección adicional, no únicamente a tus ojos, sino también a nivel facial en general.
Usa las pantallas de forma moderada
Aplica la famosa regla 20-20-20
Para reducir la fatiga visual, sigue la regla 20-20-20. Es decir, cada 20 minutos, mira algo a 20 pies –unos 6 metros de distancia-, durante, como mínimo 20 segundos.
Configura la pantalla correctamente
Si pasas muchas horas delante de una pantalla, es importante que la tengas bien configurada. Ajusta el brillo y contraste de tus dispositivos electrónicos para que sean cómodos para tus ojos. También te recomendamos el uso de filtros de luz azul para reducir la tensión ocular.
Buena higiene y cuidados del ojo a diario
Lávate las manos frecuentemente
Es algo de sentido común pero es algo también especialmente relevante si tus ojos tienden a irritarse. Para intentar evitarlo, lávate las manos antes de tocarte los ojos o manipular lentes de contacto. Así prevendrás infecciones.
Aplícate lágrimas artificiales
A nivel de cuidados del ojo, es recomendable en términos generales pero especialmente si experimentas sequedad ocular, utiliza lágrimas artificiales para mantener la hidratación de tus ojos.
Ambiente de trabajo adecuado
Una correcta iluminación
Asegúrate de que tu área de trabajo esté correctamente iluminada, si es posible con luz natural. En caso de no tener acceso a ella, usa lámparas que no generen reflejos directos en la pantalla.
Ergonomía
Mantén una buena postura y ajusta la altura de tu silla y pantalla para que tus ojos estén alineados con la parte superior del monitor.
Examina regularmente tu visión
La relevancia de someterse a revisiones
Las revisiones con un oftalmólogo son esenciales para detectar cualquier problema ocular a tiempo. Muchas enfermedades oculares, como el glaucoma, no presentan síntomas en sus etapas iniciales y para abordarlas adecuadamente es importante detectarlas ‘a tiempo’.
Qué esperar en un examen ocular básico
Un examen ocular completo incluirá pruebas de agudeza visual, evaluación de la salud de la retina y la presión intraocular.
Elección correcta de lentes de contacto y gafas
Cuidados de las lentes de contacto
Sigue las recomendaciones de tu oftalmólogo para el uso y limpieza de las lentes de contacto. No uses lentes de contacto por más tiempo del recomendado y nunca duermas con ellas puestas a menos que estén diseñadas para ese uso.
Elección de gafas adecuadas
Asegúrate de que tus gafas estén adecuadamente ajustadas y de que las lentes sean correctas para tu prescripción. Las gafas mal ajustadas pueden causar incomodidad y problemas de visión.
Prevención de infecciones oculares
Correcta higiene ocular
Mantén una higiene adecuada de tus ojos. Lávate las manos antes de tocarte los ojos y evita frotarlos con frecuencia.
Evita compartir los productos oculares
No compartas tus lentes de contacto, maquillaje ocular o toallas para evitar la propagación de infecciones.
Hidrata tus ojos desde dentro
La correcta hidratación de los ojos es fundamental para asegurar su óptimo estado en términos de salud. En este sentido, al margen del cuidado externo, es recomendable –especialmente si se sufre de ojo seco-, hidratar los ojos desde el interior mediante el consumo de complementos alimenticios naturales.
En este sentido, el consumo de aceite de espino amarillo en cápsulas es una opción que puede resultar eficaz para garantizar una correcta hidratación oftalmológica.
Consejos adicionales para el cuidado ocular
Recomendaciones prácticas
- Revisa tu vista anualmente: Las revisiones regulares son cruciales para detectar problemas a tiempo.
- Mantén una dieta saludable: Los nutrientes adecuados ayudan a prevenir enfermedades oculares.
- Protege tus ojos de los rayos UV con gafas de sol: La exposición prolongada a los rayos UV puede dañar la vista.
- Cuida la higiene de tus ojos: Mantén tus ojos limpios para prevenir infecciones.
- Mantén una buena iluminación: Trabajar en un ambiente bien iluminado reduce la fatiga ocular.
- Descansa correctamente durante las noches: El sueño adecuado es esencial para la regeneración y reparación ocular.
- Mantén una buena distancia con los objetos que observas: Evita forzar la vista manteniendo una distancia adecuada de lectura y uso de pantallas.
Conclusión sobre los cuidados del ojo
El cuidado de los ojos es esencial para mantener una buena salud visual y una calidad de vida óptima. Siguiendo estos consejos y manteniendo una rutina de cuidado ocular adecuada, puedes prevenir problemas de visión y mantener tus ojos en las mejores condiciones posibles. Recuerda que, además de estas prácticas, las visitas regulares al oftalmólogo son fundamentales para una monitorización adecuada y la detección temprana de cualquier problema ocular.